EJERCITA TU FE
El fin de semana anterior estuvimos hablando de la importancia de comer bien para estar saludable espiritualmente. La Biblia nos recomienda que comamos muchas veces y mastiquemos con cuidado. No nos va hacer suficiente asistir a la Viña una vez por semana, leer las Escrituras y morirnos de hambre durante toda la semana. Ahora, el segundo paso para alcanzar o mantener la salud espiritual es: el ejercicio de la fe. Tal y como funcionan nuestros músculos que cuando no se ejercitan pierden fuerza, así funciona nuestra fe. Pero hay que aclarar que es la fe. Hebreos 11:1 “La certeza de lo que no se ve y la garantía de lo que se espera”. El pasaje nos muestra que hablamos de poner nuestra confianza en que recibiremos algo que no vemos, pero el detalle esta en quién nos prometió lo que esperamos. No es lo mismo una promesa de nuestra parte, que algo que ha salido de los labios de Dios. Nuestra fe esta en Dios quien cumple con sus promesas y no tiene obstáculo alguno para lograrlo.
Jesús le enseño a Nicodemo que la fe no es función de esfuerzo, sino de creer en lo que Jesús ha hecho. Juan 3:14 “Como levanto Moisés la serpiente en el desierto, así también tiene que ser levantado el hijo del hombre”. Nuestra fe en Cristo arranca cuando vemos la cruz como su sacrificio, el castigo que llevó el Hijo de Dios por nuestros pecados y la resurrección a la vida eterna que obtendremos los que confiamos en él y le obedecemos.
Para cerrar 2 preguntas: ¿Tienes fe en la fe o en Jesús? Sí la fe significa confiar en las promesas de Dios: ¿Estás ejercitando tu fe? Crees que Dios puede suplir todas tus necesidades? ¿Crees que sos un hijo amado por Dios?
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También podés comprar el CD de la charla en la librería de La Viña
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