miércoles, 25 de mayo de 2011

¿Por qué hacemos lo que hacemos? - Los grupos de vida

Es común encontrar personas en todas partes e inclusive nuestra comunidad que reiteran que al terminar la charla salen corriendo porque les da pereza enredarse con la gente. Lo triste es que este pensamiento no podría estar más alejado de la verdad que enseño Jesús. El Señor al resumir las leyes de Dios declaró la necesidad de honrar a Dios en una relación vertical, pero también amar al prójimo como a nosotros mismos. La relación que tenemos con Dios esta diseñada para ser transmitida de manera horizontal.
Algo de vida o muerte para entender es que la celebración esta diseñada para comunicar algo de forma unilateral, no es posible contestar al charlista y compartir tus inquietudes. Es por esta razón que creemos en los grupos hogareños ya que ahí se comparten las historias espirituales. Sí queremos medir la altura de un carro utilizamos metros, pero sí quisiéramos medir una comunidad sería a travez de las historias. ¿Qué tanto sabés la historia de las personas en tu comunidad? Conocer la historia real de un miembro de la Viña te hace ingresar a un círculo de intimidad diseñado por Dios. Gálatas 6:2 LA VIDA ESPIRITUAL NO FUE DISEÑADA PARA VIVIRLA SOLO y los que lo han comprobado saben que una carga compartida pesa menos. Tal y como se ha dicho en varias ocasiones los grupos de vida son el lugar dónde puedes experimentar esta comunidad, este ánimo de unos hacia otros e historias de las cuáles puedo aprender.
El libro de Hebreos habla sobre cuando nuestro corazón esta enredado en alguna cosa que no conviene y su motivación es hacer algo hoy! Para así no dejar que nuestro corazón se endurezca. Sí al leer este pequeño párrafo o ver esta charla siéntes a Dios invitándote a ser parte de un grupo de vida no lo piénses más, llama a la Viña hoy. Seamos parte de una comunidad y sí ya lo somos, compartamos nuestra verdadera historia y animémos a otros.

También podés comprar el CD de la charla en la librería de la Viña.

miércoles, 18 de mayo de 2011

¿Qué vas a hacer?

Es de conocimiento común que uno de los componentes más importantes de una buena organización, familia y relación es la comunicación. Sí no se sabe que espera la otra persona de mí, nunca se le va a poder satisfacer.
Pero mucho más importante que conocer lo qué esperan las personas de mí, es entender bien lo qué espera Dios de mi vida. Podríamos pasar el resto de nuestras vidas intentando complacer a Dios y él para cada uno de nuestros esfuerzos apuntar el dedo hacia bajo.
El libro de Miqueas nos indica exactamente lo que Dios espera de nosotros. 6:8 ¨Ya se te ha dicho lo que espera de ti el Señor: 1. Practicar la justicia,     2. Amar la miseriordia y 3. Caminar humildemente con Dios. Para entender el contexto en el cuál se comunicó lo qué espera Dios de sus Hijos es necesario saber que los Israelitas en aquel momento estaban haciendo un montón de cosas buenas: el templo estaba bien cuidado, los sacrificios de ofrecían y todas las leyes se cumplían. Pero Dios les decía que eso no era lo que él esperaba. Dios más que buenas acciones lo que esperaba era una relación con ellos. Dios anhelaba y anhela que su pueblo camine con él. Los hijos de Dios tendemos a cambiar la prioridad número 1 por la prioridad número 2. Dios prefiere que lo amemos, que pasemos tiempo con él y tengamos su corazón, que nos pongamos hacer cosas buenas.
 Ya no tenemos que imaginarnos o adivinar que quiere Dios de nosotros, él quiere que lo que esta torcido lo arreglemos, quiere que extendamos a los demás amor en vez de juicio y que nuestro corazón  sea humilde necesitandolo a él.  Ahora que sabes que se espera: ¿Qué vas a hacer?