La integridad: No seas fiador de una persona extraña, no pongás tu palabra en peligro sí no estás seguro a quién estás defendiendo. La Biblia nos enseña sobre la importancia de la credibilidad para hacer negocios con alguien o entrar en relación.
La diligencia: Fijate en la hormiga perezoso! Ella trabaja día y noche almacenando sustento para el futuro. Increíble que Dios nos dirija a aprender de este animal, nosotros fácilmente nos cruzamos de brazos con responsabilidades y necesitamos ver a largo plazo.
El malvado: Este es “el de boca corrupta, hace guiños con los ojos y señas con los pies. Un hijo de Dios busca la transparencia, no causa división y se aleja de la manipulación.
La obediencia: Muchos piensan que obedecer a los padres es anticuado o que no es necesario sí ya no vivo con ellos, Salomón dice: ¨Obedece su mandamiento y no olvides su enseñanza.¨ Porque el mandamiento es una lámpara y la enseñanza es una luz.
El adulterio: Sí tienes tu mujer o tu hombre no busqués problemas con lo ajeno. Meterse con alguien que no es tu pareja es como ¨Puede alguien echarse brasas al pecho y no salir quemado?¨ Tampoco quién se acuesta con la mujer ajena puede salir impune.
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